La lengua del ausente                       

Las falsas entradas son la verdadera entrada. Y cuando la crítica es falsa de toda falsedad puesto que cree decir la verdad del texto es cuando dice no el sentido del texto sino la pérdida de sentido, del sentido la pura pérdida, leer a contrapelo, a contrapaz, a contratexto. Es leer contra el sentido que ese texto pretende imponernos, y cuando el crítico desarma el texto y cuando lo pliega y despliega fuera del marco textual el género y sobre todo si anula toda expectativa favorable, es cuando alcanza el secreto enigma de toda escritura. El crítico debe leer históricamente, con las Historia en las manos, pero con a inquietante sabiduría de saber que el texto dice lo que dice la Historia pero, sin lugar a dudas, dice más.