Solos de conciencia

Ante la desmesura de la muerte la conciencia percibe la endeblez de su voluntariosa afirmación, aquélla por la que se siente única y a salvo de toda decrepitud. Los días y sus afanes se cuelan en el tejido de imágenes que urde para vivir. Aun la palabra sufre esa mutación de humo y cenizas. Solo la carne del dolor concede al alama consistencia en el tiempo y hace hablar al corazón del hombre. Ceñida voz fraterna que clama entre ardiente vanidad de los ecos.